Siria. ONG Rescate.
En marzo de 2022 se cumplen 12 años de la guerra en Siria. Y aunque el conflicto ya no está tan generalizado en todo el país como lo fue hace unos años, hay zonas en las que sus habitantes aún sufren diariamente enfrentamientos entre diversos grupos armados. Esta guerra ha dejado hasta el momento 13,4 millones de personas con necesidades no cubiertas. Según el último informe de OCHA, el 94% de las necesidades son severas, extremas o catastróficas.
En este contexto, es difícil decidir por dónde empezar. Una de las puertas por las que inicia el camino es la reconstrucción de la economía de las familias y la generación de empleo. Si, además, se garantiza un punto de para el fortalecimiento del tejido productivo de la comunidad, entonces el camino se abre paso fácilmente. Tras varias conversaciones con la comunidad, la ONG Rescate comenzó a rehabilitar el mercado Dayr Hafir, en Alepo. Dayr Hafir es una localidad que, entre 2012 y 2017, estuvo en la línea de frente durante la guerra. Esta situación causó la destrucción de más del 70% de sus infraestructuras y provocó la huida masiva de su población.
El proyecto, que está prácticamente finalizado, pretende aliviar las extremas condiciones de vida de la población y promover su resiliencia mediante la reconstrucción del tejido socio económico. Quienes forman parte del proyecto son personas desplazadas, retornadas y aquellas que nunca abandonaron la zona. De manera colectiva se acordó dar prioridad a hogares con ingresos familiares bajos o inexistentes, hogares liderados por mujeres, con todos sus miembros en paro o aquellos con personas mayores o con discapacidad a su cargo.
Se han reconstruido 2.030 metros cuadrados de mercado, lo que incluye 203 puestos para la venta de productos a precios asequibles. Esto ha facilitado la generación directa de empleo y la reactivación de la economía para más de 1.400 personas (la mitad mujeres y la mitad hombres) que son quienes han recibido un puesto en el mercado. 41 tienen algún tipo de discapacidad.
Espacios seguros
Para el ingeniero y responsable de Programas, Salim Zakkour, y la ingeniera Bayan Dabbas, “Dayr Hafir es un proyecto único, ya que es el primer mercado público rehabilitado por una ONG en Siria”. Uno de los principales objetivos del proyecto es trasladar a los venderores y vendedoras de la calle a un lugar seguro y gratuito. Un lugar en el que puedan protegerse del sol y la lluvia, y en el que cuenten con instalaciones y servicios como energía, aseos o almacenes para guardar sus mercancías.
Además, Bayan Dabbas hace incidencia en una cuestión crucial: “Estamos protegiendo a las mujeres de la violencia de género al proporcionarles un lugar desde el que generar ingresos para vivir con dignidad en un entorno limpio y seguro”. Para Zakkour, lo más destacable es “el hecho de que este mercado ha creado una comunidad que será autosuficiente para mantenerse a sí misma y a sus familias sin depender de la asistencia”.
Aumento de las ventas, trabajo digno
Algunas de las mujeres que ahora tienen un puesto de ropa en el mercado y anteriormente se dedicaban a la venta ambulante destacan cómo ha mejorado no solo su día a día, sino también las ventas y la calidad de la ropa. “En la calle las prendas se llenaban de polvo y de barro. Ahora trabajamos bajo un techo que nos protege y podemos hacer uso de los baños privados y evitar así el acoso sexual”, asegura Fatima, una de las mujeres que trabajan en el mercado.
Ahmad tiene también un puesto de venta. Con su empleo sostiene a sus dos padres mayores, a su mujer y a sus tres hijos e hijas. Perdió la mano y el pie durante la guerra. Tras la jornada laboral en su puesto de venta, que está diseñado para responder a sus necesidades especiales, Ahmad cuenta cómo antes de la guerra había trabajado como agricultor en Dayr Hafir y, debido a su discapacidad, perdió su sustento y no pudo mantener a su familia. “Durante la guerra, dependíamos de los suministros de nuestra familia y de la caridad, pero ahora mi vida ha dado un giro después de la rehabilitación del mercado. Ahora puedo ser el sustento de mi familia con dignidad y mis hijos continuarán sus estudios”, explica.
Para Mahmoud Ibrahim Al-Omar, miembro del comité comunitario local que se encarga de la supervisión y el mantenimiento de las instalaciones, “el mercado público se ha convertido, en poco tiempo, en un punto de atracción comercial no solo para la población de la localidad, sino también para mayoristas del resto del país”.
Como explica el responsable del área de Oriente Medio de ONG Rescate, Francisco Fuentes, “nuestro sueño es poder paliar el actual sufrimiento que existe en Siria y formar parte de su reconstrucción. No solo de sus edificios e infrastructuras, si no también del tejido humano, económico, social y medioambiental, sin dejar a ningún grupo vulnerable atrás”.