Atentos a la realidad cultural y educativa del mundo, responder a las necesidades de las Congregaciones e Institutos Religiosos afiliados a la Federación Española de Religiosos de Enseñanza Titulares de Centros Católicos por medio de la cooperación internacional y de la solidaridad.

Para todo ello debemos partir de una consideración clave: LA EDUCACION ROMPE EL CÍRCULO DE LA POBREZA. Por eso Educación = Desarrollo.

Según los últimos informes publicados por entidades de reconocido prestigio en el ámbito de la educación como UNICEF o la ONGD Saved the Children, hoy en día unos 120 millones de niños y niñas de todo el mundo, es decir en torno a un 20% del total de la población infantil mundial en edad escolar, no acuden a la escuela por diferentes motivos que les afectan (pobreza, guerras, falta de infraestructuras y medios, etc.). Sin embargo, la educación es un derecho fundamental de todos los seres humanos. La educación garantiza al individuo la libertad de elección, facilita a las familias una vida mejor y da voz al pueblo.

En el mundo hay cerca de mil millones de adultos analfabetos. Sólo si toda la población infantil actual pudiese ir a la escuela conseguiremos reducir esa cifra. A los 250 millones de niños y niñas trabajadores de todo el mundo, poder ir a la escuela les representaría trabajar menos horas y conseguir un futuro mejor. La educación es la herramienta más poderosa para romper el círculo de la pobreza y marginalidad

La educación salva vidas. Da a las personas los conocimientos necesarios para usar correctamente los medicamentos, tener una mayor higiene y comer más equilibradamente (cuando esto es posible).

La educación ayuda a incrementar y distribuir la riqueza. Da a las personas la oportunidad de conseguir un trabajo mejor, aumentar la productividad y adaptarse a las novedades tecnológicas.

La educación permite la participación en una sociedad más democrática. El desconocimiento causa inseguridad; la educación aporta confianza para hacerse escuchar.

Los países industrializados, que representan una quinta parte de la población mundial, están consumiendo cuatro quintas partes del gasto educativo mundial. Hasta ahora, la evolución en los índices de escolarización ha sido tres veces inferior al ritmo necesario para alcanzar los objetivos fijados de escolarización universal para todos los niños en el 2015.

Por todo ello es fácilmente comprensible que desde la vocación educativa de FERE-CECA y ante un mundo global, esta realidad demande de nosotros una actuación y acción que ayude a conseguir un mundo mejor para todos.

Organización confesional vinculada al mundo de la enseñanza y la educación.